Los jabones de aceite de oliva son ampliamente conocidos entre los profesionales del

cuidado de enfermos. En Estados Unidos se utiliza en los hospitales. Uno de sus componentes más interesantes es el ácido oleico, que actúa como regenerador y humectante de la piel. El aceite de oliva contiene también escualeno, que apoya la función de retención de la humedad. Nutre y protege cualquier tipo de pieles. La estructura del escualeno presente en el aceite es muy similar a la del de nuestra piel: por eso es altamente penetrante. La vitamina E del aceite de oliva acelera los procesos de cicatrización y actúa como antioxidante. Pero aparte de todo esto, recientemente he podido comprobar sus virtudes. Debido a un accidente, me han tenido que poner puntos y la herida se ha cerrado en menos de una semana. Yo lo achaco al uso de un jabón de calidad que mantiene mi piel fuerte, y que le aporta importantes materiales para regenerarse en caso de necesidad. Este tratamiento preventivo es especialmente recomendable para todos aquellos que tengáis familiares o amigos «encamados», con el fin de prevenir la temidas llagas de los enfermos crónicos y de larga duración.
En estos casos es recomendable utilizar el tradicional jabón en pastilla. Os invitamos a conocer nuestras variedades.
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