Seguimos «presumiendo» de biodiversidad en Luna. Hoy os presentamos la «Hierba de San Juan», cuyo nombre hace referencia a la época de recolección. Su nombre científico es Hipéricum Perforatum. Se reconoce por sus ramilletes de inflorescencias, de color amarillo dorado; por sus hojas alternas y punteadas de rojo traslúcido.
Se recogen los tallos floridos y se secan a la sombra y con corriente de aire. Nosotros hemos comenzado hoy (Junio) a recolectarlo.
Por su capacidad de renovación epitelial, se aplica a pieles rugosas y con tendencia a agrietarse. Tiene así mismo, propiedades cicatrizantes y antisépticas (contiene pseudo-hipericina, que es un compuesto flavónico de acción antimicrobiana).
Se encuentra habitualmente en la composición de aceites anti-solares, favoreciendo el bronceado y previniendo la inflamación. Se emplea también a posteriori, para calmar los efectos de las quemaduras. Posee, sin embargo, efectos fotosensibles si se ingiere en tisana; muy recomendada para estados depresivos.
Modo de preparación del aceite de hipérico
Para 1/2 kg. de aceite se añaden 25 grs. de la hierba seca con las flores.
Utilizaremos un frasco de cristal. Se machacan o trituran las flores secas en un mortero y se cubre con 500 grs de aceite de oliva. Se deja que la mezcla fermente durante 4 ó 5 días al sol sin cerar el frasco, moviéndolo de vez en cuando. después se cierra y se mantiene al sol en torno a seis semanas (hasta que adquiera una tonalidad rojiza).
Se prensa y se separa la parte del aceite que se guarda en una botella o tarro bien cerrado.
Tenlo bien a mano para las quemaduras. También se introduce en cremas para aprovechar su efecto anti-arrugas.
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